Inversores de medio pelo
Una de las consecuencias de la gran burbuja que se ha formado en los últimos años en torno al fenómeno "emprendedor", es que se habla con una ligereza asombrosa de las inversiones en empresas y startups (Por favor, deja de decir que tienes una "startup").
Así, por ejemplo, he tenido la oportunidad de escuchar de primera mano (o de leer en twitter y otras redes) comentarios del estilo de los siguientes:
El tío nos aportaba 25.000€ y quería el 20% de la empresa a cambio. ¿De qué va? Para eso voy al banco o ya juntaré el dinero como sea.
Para hacer una inversión de mierda de 250.000€ se han tenido que juntar 10. Menudo nivel de país. Inversores de medio pelo. Así nos va....
Yo valoro mi empresa como a mi me parece, que para eso la idea es mía y tengo un master en finanzas. El problema es del inversor, que es corto de miras y no piensa a lo grande.
Si consigo 30.000€ de financiación me lanzo con la nueva empresa, pues ya tengo para mantenerme un año y poder dedicarme de lleno.
Cada una de estas afirmaciones "tipo", en mi opinión, se relaciona muchas veces con alguna de las muchas ideas erróneas que existen alrededor del ecosistema inversor. Ojo, no digo que en ciertos casos no estén justificadas. Sólo digo que en muchos otros no lo están en absoluto y demuestran una falta de entendimiento o de perspectiva importantes.
Business Angels vs Capital Riesgo/VC
Muchos emprendedores no tienen nada claras las diferentes figuras que hay en el mundo inversor. Existen más, pero las dos principales en nuestro entorno son los Business Angels (BA) y la del inversor corporativo también conocido como Capital Riesgo o Venture Capital (VC).
Javier Megías define muy bien a cada uno de los tipos de inversor, pero para mi la principal diferencia existente entre estos dos es que los BA invierten dinero de su propio bolsillo, mientras que los VC invierten el dinero de los demás. Y esto marca una diferencia enorme.
Un Business Angel por regla general suele ser un profesional de éxito que tras años con su propia empresa o como alto directivo tiene un capital ahorrado que no necesita a corto plazo y que desea invertir. No estamos hablando de millonarios, sino de personas con un poder adquisitivo alto que quieren ir más allá de poner su dinero en fondos o en acciones, y prefieren aplicarlo en empresas "de verdad". Aún a sabiendas de que el riesgo es mucho mayor.
Lo habitual es que inviertan en empresas de sectores que conocen y a las que, aparte de dinero, pueden aportar su experiencia y sus contactos. Es por eso que a los BA se les denomina también en ocasiones "Smart Money", o "dinero inteligente", porque no se limitan a hacer una inversión financiera, e incluso a veces el posible beneficio económico no es la consideración más importante a la hora de invertir. Por eso, dependiendo de la empresa invertida, ese capital de conocimiento y social es mucho más importante que el capital financiero, aunque a algunos emprendedores les cueste verlo.
Se estima que de cada 10 inversiones realizadas por un BA, en 6 se pierde todo el dinero, en 2 o 3 se recupera lo invertido sin beneficio, y en 1 o 2 se gana dinero suficiente para recuperar la inversión total y obtener un beneficio.
Esto, unido a lo anterior (recordemos: no son multi-millonarios), hace que la estrategia de inversión deba ser siempre muy clara:
- Empresas innovadoras con mucha capacidad de escalar su modelo de negocio y con un potencial de recuperar la inversión de al menos 10 a 1 en 5 o 6 años. Puede ser un negocio viable o incluso una buena empresa sólida a largo plazo, pero sin este requisito no será una inversión apropiada para un Business Angel.
- Repartir el riesgo invirtiendo cantidades pequeñas en varias empresas.
- Empresas de sectores que se conozcan o interesen y en los que además se pueda aportar experiencia, conocimiento o contactos. Eso no quiere decir que se involucren en el día a día o vayan a interferir en el negocio, pero sí acudirán a los consejos de dirección y podrán aportar mucho a los emprendedores que se lo permitan.
- Proyectos cercanos geográficamente: normalmente los promotores se encuentran en las cercanías de donde reside el inversor, ya que al involucrarse en mayor o menor medida en la empresa, este es un factor importante.
Y finalmente otra cosa esencial que a veces parece que se olvida: aunque el beneficio no suele ser el criterio principal de inversión y aunque lleven la palabra "ángel" en su nombre, eso no quiere decir que regalen su dinero ni que no esperen recuperarlo en algún momento.
Por eso, si tienes una idea de negocio y alguien te ofrece 25.000€ por un 20% de tu empresa significa varias cosas:
- Que está valorando tu idea y tu capacidad de sacarla adelante en 125.000€, que no está nada mal para algo que ni siquiera existe.
- Que te puede aportar algo más que dinero y serás corto de miras en no saber aprovecharlo (o si no lo sabes ver).
- Que seguramente podría invertir más, pero prefiere repartir sus posibilidades de éxito.
- Que seguramente necesitas buscar otros inversores y no te llega con este. Solo se está ofreciendo a aportar junto a otros esa cantidad.
- Que si realmente lo único que necesitas son 25.000€, quizá no deberías hablar con un BA, sino con un banco (buena suerte con eso) o buscar otras formas alternativas de financiarte (más sobre esto luego).
Acerca del valor del dinero
En mi opinión, alguna gente se confunde mucho en todo lo que tiene que tiene ver con el dinero y su verdadero valor. Aunque en un contexto diferente, ya he hablado aquí acerca de cómo hemos perdido la perspectiva respecto a las cantidades de dinero.
A ello se le une el hecho de que la mayor parte de la información que recibimos y leemos sobre inversiones en empresas de base tecnológica provienen de EEUU, donde ni el mercado, ni los inversores, ni los emprendedores (ni casi nada en realidad), tienen que ver con lo que ocurre en el resto del mundo, especialmente en España.
Los inversores estilo "Hollywood" y todo lo que rodea a las grandes firmas de VC de EEUU han hecho mucho daño, porque se tiende a ver a los inversores como tipos multi-millonarios, aburridos, que no saben qué hacer con su dinero y por lo tanto se dedican a "regalarlo" a gente con talento que construyen empresas "que van a cambiar el mundo".
Nada más lejos de la realidad por muchas razones, entre las que cabe destacar que:
- El entorno de EEUU no tiene nada que ver con el de otros países: ni económica, ni financiera, ni socialmente. Allí todo es más grande y no es comparable al entorno que podemos tener en Europa y ya no digamos en España.
- Lo que trasciende en los medios son los casos más relevantes y llamativos, pero hay miles de otros ejemplos más "normales" de los que no somos conscientes. De hecho se estima que la inversión media por proyecto de los BA en USA es incluso inferior a las que se hacen en Europa (European Investment Fund - Business Angels in Germany, PDF, página 10. Datos de 2011).
- La mayor parte de las inversiones llamativas las realizan firmas de Capital Riesgo, no inversores individuales.
- Las empresas europeas, nos guste o no, no tienen por regla general las mismas posibilidades de crecimiento que las americanas.
Lo veas como lo veas, 250.000 € invertidos en una nueva empresa que es poco más que una idea en la cabeza de sus promotores, es una cantidad de dinero muy importante. Como ya hemos visto, un Business Angel tiene que realizar bastantes inversiones para tener posibilidades de obtener ganancias.
Lo más habitual (e incluso inteligente aunque les sobre la pasta) es que se junten varios inversores para hacer una inversión grande de manera sindicada. No es que sean "cutres" o "inversores de medio pelo". Lo que ocurre es que es mucho dinero, y como inversor no puedes meter todos los huevos en la misma cesta. Juntándose varios que invierten como uno solo, se consigue la inversión necesaria y se reparte el riesgo entre todos. El emprendedor consigue la inversión y todos contentos. ¿Dónde está el problema? ¿Por qué hay que denostar a este tipo de inversiones?
Ponte en situación y piensa: si tienes 100.000€ para invertir ¿qué es más inteligente: meterlos todos en uno o dos proyectos, o invertir 10.000 en 10 proyectos diferentes apoyándote en otros inversores como tú? La respuesta creo que se cae por su propio peso...
En otros casos, si un emprendedor valora su empresa ya a día de hoy por lo que cree que va a llegar a ser dentro de 5 años en un caso ideal, pero no por lo que realistamente puede ser en un horizonte temporal a corto plazo, no se puede extrañar de que nadie quiera invertir en ella. Si tu empresa dices que vale 10 millones (porque algún día podría llegar a valerlos) y unos inversores que te prestan 1 millón sólo pueden aspirar a un 10% debido a esa valoración, aunque éstos vean que la empresa en el futuro puede llegar a valer lo que tú dices, jamás podrán conseguir los retornos que esperan, y no invertirán. Estarían locos de hacerlo, y el loco eres tú si esperas lo contrario. Es muy sencillo de entender y no es que sean cortos de miras.
Formas de financiación
Debido a la burbuja emprendedora y la proliferación de oportunidades para financiarse (hasta el Estado dice que da dinero a emprendedores, aunque de ese tema habría para hablar largo y tendido), también se está dando una circunstancia que a mi me parece muy particular: muchas empresas solamente se plantean arrancar en serio en el caso de que se consiga financiación. Un efecto secundario pernicioso de esto es que, por usar un símil arquitectónico, conseguir financiación se convierte en la piedra angular de muchas nuevas empresas. Sin financiación no hay planteamiento de empresa.
Y esto es un error porque, en realidad, muchos nuevos negocios no necesitan capital externo para comenzar y tener éxito. Además se crean verdaderos "profesionales" del plan de negocio y de la presentación a inversores, haciéndose más hincapié en esto que en la verdadera naturaleza del proyecto empresarial.
Existen muchas ideas de negocio con capacidad de convertirse en empresas viables, pero que no son apropiadas para ser invertidas por parte de nadie, ni siquiera Business Angels. Es un error achacar a la "cortedad de miras" de los inversores el hecho de que no las apoyen económicamente.
Empezar sin financiación externa siempre ha sido de lo más normal, y hoy en día hasta tiene un nombre "cool": Bootstrapping. Yo mismo jamás he buscado financiación externa de ningún tipo, ni siquiera en bancos: lo que emprendo tiene que sostenerse por si mismo a partir de mi aportación inicial.
Salvo en sectores intensivos de capital (que tengas que montar una fábrica, por ejemplo), los sectores en los que suelen invertir los Business Angels no suelen necesitar inversiones astronómicas. Y muchos negocios viables que no consiguen financiación, en muchos casos se pueden auto-financiar desde el principio:
- Family, Friends and Fools: o lo que viene siendo lo mismo, arrancar con tus propios ahorros y quedándote sin cobrar el primer año (como mínimo). Todos hemos pasado por ahí. Presentar un plan de negocio en el que la mayor parte del dinero va a pagar los salarios de los socios es una muy mala idea. Si ese es el caso tienes dos opciones: no cobrar (o tener un salario muy razonable) mientras la empresa no empiece a dar dinero o directamente no empezar con ella, pero buscar un inversor para que te pague el sueldo es algo que no deberías hacer. Emprender es sinónimo de riesgo. Si no puedes arriesgarte ni siquiera en eso, quizá no debieras llamarte emprendedor.
- Hacer trabajos en paralelo: lo ideal sería que os pudierais centrar al 100% en la nueva actividad, pero si no hay financiación externa siempre podéis hacer otras cosas que generen liquidez inmediata (por ejemplo Panda Software para financiarse cuando empezaron hacían unos juegos-puzle sencillos muy divertidos que se vendían en quioscos: nada que ver con la seguridad). Puedes vender tu conocimiento, hacer algunas cosas a medida, etc... El caso es no perder el rumbo y que eso os acabe por comer todo el tiempo, pero de esta forma podéis auto-financiaros aunque eso retrase el plan general un poco.
- Flujos de caja propios: parece una obviedad, pero muchas empresas se plantean para que, en cuanto está el Producto Mínimo Viable listo, éste se empiece a vender y a generar caja para auto-mantener a la empresa. Si nos centramos en conseguir financiación esto no va a ser así habitualmente. Crecer a base de recursos propios es desde luego mucho más lento, menos escalable y más difícil, pero es posible y la mayor parte de las empresas en realidad se han creado de esta manera. No lo descartemos.
- Financiación tradicional: sobre todo en el caso de empresas que ya están funcionando hace tiempo y que lo que necesitan es dinero para crecer o liquidez a corto plazo para conseguir hitos en su plan de negocio. Conozco casos de empresas nacidas de inversión de Business Angels, que ya en funcionamiento y vendiendo, ante una necesidad de capital puntual ni siquiera se plantean la posibilidad de ir al banco a financiarse, negociar periodos de pago con clientes y proveedores y otras estrategias básicas de financiación: directamente el planteamiento es pedir más dinero a los inversores en una nueva ronda. Si no queda mas remedio bien, pero si hay otras opciones me parece un error ir por ese camino.
En resumen
Existen muchos inversores de medio pelo, es verdad, como en todos los ámbitos de la vida. Pero es cierto también que un gran porcentaje de los proyectos de negocio que reciben los inversores, aún siendo viables no son invertibles. Y el motivo no es que los inversores sean malos, tengan pocas miras, exijan demasiado, estemos en un país con poca cultura empresarial y demás zarandajas.
Antes de criticar y lamentarnos por ser unos incomprendidos, es necesario como mínimo analizar lo siguiente:
- A qué tipo de inversor nos dirigimos, qué tipo de proyectos le encajan y qué esperan de su inversión en una empresa.
- Si nuestra idea es realmente una idea invertible o solamente un buen negocio. No es lo mismo, ni parecido.
- Si lo que nos ofrece un inversor, aparte de simple capital, tiene valor añadido para nuestro proyecto, en forma de conocimiento, experiencia, contactos o cualquier otro capital no financiero. Es posible que no se pueda reflejar en el balance pero sin duda merecerá ser reflejado en la composición accionarial.
- El dinero no crece en los árboles, así que si logramos que alguien apueste con una cifra real encima de la mesa por lo que de momento es sólo una idea en nuestra cabeza, eso tiene un valor muy importante que no deberíamos despreciar en función de la cantidad.
- Si podemos auto-financiarnos de alguna manera y qué impacto tendría eso sobre los plazos del proyecto. Si no conseguimos inversores no nos quedará más remedio, pero incluso aunque haya personas dispuestas a apostar por el proyecto, quizá el "bootstrapping" sea mejor idea aunque nos retrase un poco: no le deberemos nada a nadie y volaremos más ligeros.
Las cosas son siempre más complejas de lo que parecen.