Debes ganar al menos 1000 euros al día
Cuando alguien nos dice una cifra grande, de manera aislada y sin tener una referencia, por regla general no somos capaces de hacernos a la idea de lo que representa. Necesitamos poder asimilarla a algo que conocemos, alguna cosa del día a día que nos ayude a entender la magnitud. Es por esto que en las noticias siempre hacen afirmaciones similares a: "Se han quemado 1.000 hectáreas de área boscosa, el equivalente a 2.000 campos de fútbol", que si bien es una afirmación tremendamente inexacta, todo el mundo ve que es una barbaridad de monte quemado. Pero aún así 2.000 campos de fútbol siguen siendo demasiados para la mayoría a la hora de comprender su magnitud.
Cualquier cantidad que se salga de lo que podemos experimentar en nuestro día a día resulta complicada de imaginar para la mayor parte de la gente. Al fin y al cabo nuestro cerebro ha evolucionado a base de contar las vacas que teníamos, los metros de terreno para cultivar, o los enemigos de la aldea vecina a los que había que enfrentarse. Podemos visualizar mentalmente sin problemas cuántas vacas son 10, 50 o incluso 100. Sin embargo un millón de vacas somos incapaces de procesarlo.
Todo esto viene a cuento del valor del dinero y de cómo hemos perdido la perspectiva respecto a éste. En gran parte la culpa la tiene el continuo bombardeo de noticias macro-económicas al que nos vemos sometidos en los últimos años. Se habla de miles de millones de euros con una facilidad asombrosa, hasta tal punto que cualquier cantidad parece poca cosa. Por eso el ciudadano medio ha perdido la conciencia de lo que significan esas cifras.
Hablar a la ligera de facturación
Hablar de cuánto factura una empresa como medida de su éxito económico me parece una soberana estupidez. Lo importante no es cuánto factura, sino los beneficios netos que le quedan a final de año, qué margen tiene sobre la facturación y qué complejidad tiene el negocio que se utiliza para alcanzar ese resultado. Lo otro es una manera absurda de tratar de ver quién la tiene más larga (y se usa para eso la mayor parte de las veces).
Según la definición oficial Europea, una micro-PYME es aquella que tiene menos de 10 trabajadores y factura menos de 2 millones de euros. Es decir, pertenecen a esta categoría la abrumadora mayoría de las empresas españolas. Y de éstas, un gran porcentaje no factura ni una cuarta parte de esta cantidad.
En mi sector (el de las TIC) se habla de facturación con una ligereza pasmosa. Y generalmente lo hacen "analistas" que jamás han gestionado una empresa y mucho menos una micro-PYME, y que por lo tanto no poseen una perspectiva real de lo que significa generar dinero a partir de creaciones puramente intelectuales (software y servicios relacionados).
Así, suelen hablar de asuntos como que Google facturó el año pasado más de 50.000 millones de dólares o que Apple tiene en caja más de 100.000 millones en reservas. Cifras sin duda impresionantes pero muy alejadas de la realidad de las empresas, y difíciles de asimilar sin duda para quien las está mencionando. Por ello, una "empresucha" que facture un millón de euros parece que no tiene valor, y raramente se dignará uno de estos personajes a hablar de ellas. Salvo que, por supuesto, haya "levantado" algo de dinero en una ronda de financiación que es lo que está de moda (y esto último daría para hablar largo y tendido).
Bien, dada la dificultad que tenemos para visualizar las cifras grandes y que hemos perdido la perspectiva de lo que representa el dinero, me he planteado un sencillo ejercicio mental para tratar de reflejar en términos del día a día la "exigua" facturación de una micro-empresa del sector TIC en España.
Los costes de una micro-empresa del sector TIC en España
Imaginemos una micro-empresa situada en una ciudad de tamaño mediano en provincias y que produce un software o algún servicio que vende a través de Internet. Para proporcionar un servicio de mínima calidad, sostenible en el tiempo y con un mínimo de oportunidad de generar negocio, estimo que va a necesitar como mínimo 7 u 8 personas:
El gerente/fundador/hombre (o mujer) orquesta
Un par de programadores
Un responsable de marketing
Un diseñador/web master/diseñador de UI
Un comercial,
Una persona de soporte/atención al cliente/telefonista
Un administrativo.
Voy a suponer para estas personas unos salarios brutos anuales (creo que) bastante realistas para una ciudad de provincias, y también que el gerente no tiene tampoco un sueldo desorbitado.
Además voy a estimar una serie de gastos generales, transversales a toda la empresa, como alquileres, comunicaciones, un Data Center decente con servidores propios, etc… que creo que son bastante razonables.
Con estos datos me salen los siguientes costes de operación*:
Dado que en este tipo de actividad podemos considerar que cada venta tiene un margen bruto del 100% (no hay costes de materias primas o procesamiento), deducimos que esta empresa como mínimo debe facturar al año unos 365.000 € (teniendo en cuenta el IVA). Esto simplemente para no perder dinero.
Esta cantidad es una verdadera minucia según los cánones de muchos. Sin embargo si llevamos esta cifra a términos del día a día que sean fáciles de interiorizar, vemos que esta empresa ficticia debe generar cada día 1.000 € en ventas solo para no perder dinero.
1.000 € cada día del año, llueva o haga sol.
Pongámonos en el lugar de estas personas, en una ciudad periférica, compitiendo contra los gigantes del software o de Internet de las cifras asombrosas y que ofrecen sus servicios gratis o muy baratos gracias a sus economías de escala. Pensemos en la mentalidad de los clientes a los que pueden acceder y sus hábitos de consumo. Analicemos cómo pueden llegar a ellos con los recursos de los que disponen. Interioricemos, por tanto, la dificultad que tiene generar esa cantidad de dinero para una empresa así.
¿A qué ahora esa facturación ya no parece una mierda? ¿A qué conseguir 1.000 euritos diarios se antoja un desafío bastante grande, incluso una pequeña gesta?
Pongamos en valor a este tipo de micro-PYMEs que dan trabajo a muchos miles de personas en nuestro país.
La próxima vez que alguien nos hable de una mini-empresa que factura medio millón o 200.000 €, llevemos a términos de nuestro día a día lo que ello significa y el valor que eso tiene.
Dignifiquemos un poco, en definitiva, a las micro-empresas del conocimiento.
* Más allá de discutir conmigo la exactitud de cada cifra en esta hoja de cálculo (que pueden variar mucho según la experiencia de cada uno), tratemos de quedarnos con el concepto que quiero transmitir.