El círculo mortal de las hormigas

José M. Alarcón
José M. Alarcón
Gallego de Vigo, amante de la ciencia, la tecnología, la sociología, la música y la lectura. Ingeniero industrial y empresario. Fundador de Krasis, especialistas en e-learning. Autor de varios libros y cientos de artículos.
El círculo mortal de las hormigas

Las hormigas se utilizan frecuentemente como ejemplo de unidades organizativas bien estructuradas e inteligentes. El elevado número de individuos que componen una colonia es campo abonado para una absoluta desorganización y caos. Sin embargo su estructura social y los comportamientos propios de la especie hacen que se auto-organicen y puedan sobrevivir en conjunto. Una sola hormiga no tiene inteligencia y no sería capaz de sobrevivir. Sin embargo la colonia completa es "inteligente" y sobrevive.

La observación de su comportamiento y el de otros insectos ha dado lugar a la disciplina conocida como "Inteligencia de enjambre" o "Swarm Intelligence", utilizada en inteligencia artificial para resolver problemas de búsqueda, generación de rutas óptimas y organización de sistemas electrónicos (robots). Pero además se ha utilizado como ejemplo para inculcar la idea de que el buen comportamiento individual produce un bien común, para mejorar el trabajo en equipo, o para arremeter contra la idea de que es necesario que existan líderes que guíen a la masa.

Existe sin embargo un comportamiento muy curioso y poco conocido de las hormigas denominado "círculo de la muerte" o "death mill".

Éste consiste en que -sin razón aparente- en ocasiones miles o millones hormigas comienzan a describir un gran círculo y giran y giran sin parar hasta que mueren por agotamiento y hambre. Puedes ver uno de ellos en este vídeo de YouTube:

¿Por qué lo hacen? ¿Qué les lleva a girar como locas durante horas y acabar muriendo sin ningún sentido?.

Lo que ocurre es que las hormigas soldado son ciegas. Se guían por su sentido del olfato y saben por donde moverse siguiendo la pista de feromonas de las que han salido antes que ellas. Las hormigas líder salen a por comida y regresan al nido, y las demás se mueven detrás siguiendo su rastro. Por eso siempre las vemos en fila india. Pero ¿qué pasa si una de las primeras encuentra el rastro de las que la preceden? Cuando esto ocurre se pueden formar estas espirales de la muerte que muestra el impactante vídeo anterior.

El  primer círculo mortal se describió en el año 1944 por T.C. Scheneirla en la publicación del Museo de Historia Natural de Nueva York (copia del documento original en PDF). Y el círculo más grande del que se tienen datos fiables describe un tremendo vórtice de hormigas de 365 metros de diámetro que cada hormiga tardaba dos horas y media en recorrer y que persistió durante dos días enteros con el resultado de millones de hormigas muertas. Impresionante. También se han descrito experimentos con robots diseñados para comportarse como hormigas que acaban reproduciendo este comportamiento.

Nota: Agradezco a Kari T. Ryder Wilkie, mirmecologista de Boston, las referencias del párrafo anterior, encontradas en su blog sobre hormigas durante mi investigación del fenómeno.

Innovación siguiendo feromonas

Si hacemos una analogía con los humanos, este caso demuestra lo grave que puede ser en ocasiones simplemente seguir a la manada, ser parte del rebaño. La moraleja la podemos aplicar a la empresa y a la innovación.

Si nos limitamos a intentar seguir a los otros, a nuestra competencia, en muchas ocasiones será suficiente y podremos subsistir. Pero según se den las circunstancias puede que nos veamos atrapados en una espiral sin fin de la que ninguno -o muy pocos- sobrevivirán.

En los tiempos de crisis aguda que nos ha tocado vivir estamos viendo ejemplos de ello en muchas industrias. Por no saber innovar, por seguir haciendo todos lo mismo que han hecho siempre y de la misma manera, acaban atrapados en un círculo de la muerte como hormigas que no piensan, que sólo saben seguir el rastro. Y asistimos a la muerte de sectores casi completos donde sólo sobreviven unos pocos que han sabido ver más allá.

Sólo cuando una hormiga se separa del grupo y comienza a caminar para adentrarse en el bosque se deshace el círculo. Para conseguir eso hay que pensar diferente o tener mucha suerte. O ambas cosas.

Si estamos atrapados en un círculo negativo sin fin, lo que deberíamos plantearnos es: ¿qué tipo de hormiga soy yo?

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