Los estudiantes 'abusan' de la IA ¿y qué?
La IA generativa está transformando la educación y vuelve obsoletas las evaluaciones tradicionales. En vez de prohibirla, hay que integrarla para estimular el pensamiento crítico y la creatividad. El reto es diseñar problemas complejos donde la IA actúe como apoyo, no como atajo, redefiniendo la evaluación y la formación.
Es obvio que la IA generativa está revolucionando la forma en que los alumnos acceden a la información, resuelven problemas y, lo que es más importante, cómo los evaluamos.
Ya en 2023 las encuestas revelaban que el 89% de los estudiantes admitía usar ChatGPT para ayudarles a hacer sus deberes, y el 20% para escribir sus trabajos o hacer tareas completas. Ahora serán probablemente el 100% los que usen alguna herramienta generativa.
Así, las herramientas de IA están haciendo que los métodos de evaluación tradicionales, como los exámenes memorísticos o los ensayos, sean cada vez más obsoletos. Esto obliga a que le demos una vuelta completa a todo eso y pensar qué habilidades tiene sentido que desarrollen los estudiantes en la actualidad.
Salvando las distancias por su enorme impacto, pensemos en la llegada de la calculadora científica en los 70 y 80. Al principio, se generó un miedo similar: que los estudiantes perderían la capacidad de hacer cálculos mentales (lo cual es cierto). Sin embargo, en lugar de arruinar las matemáticas, la calculadora permitió a los estudiantes enfocarse en conceptos más abstractos y en la resolución de problemas más complejos, en lugar de perder el tiempo con cálculos tediosos que tampoco aportan nada. La forma de evaluar se tuvo que adaptar y se comenzó a valorar más la comprensión de los conceptos que la mera capacidad de calcualar. Al menos en la carreras técnicas.
La IA generativa nos sitúa ahora mismo en una encrucijada muy similar solo que más complicada.
En lugar de prohibir su uso, los educadores y las instituciones formativas deben asumir el reto de integrar estas herramientas para fomentar la creatividad, el pensamiento crítico y la capacidad de discernir información.
Yo creo que muchos (la mayoría) lo están enfocando mal. El desafío no es intentar evitar la "trampa". No es una trampa, es una herramienta. Lo que hay que hacer es diseñar "laberintos" y problemas complejos en los que la IA sea un apoyo, una guía, pero no un atajo.
Las evaluaciones deben pasar de medir la capacidad de replicar conocimiento a valorar la capacidad de utilizar, analizar y crear con el apoyo de estas nuevas tecnologías.
Más fácil decirlo que hacerlo, sin duda, pero no queda otro camino. Y eso es bueno...


