Ejércitos espaciales: una idea NO tan descabellada

Trump ha anunciado la aprobación de su Fuerza Espacial, y los medios y mucha gente se han cachondeado. Pero ¿es tan descabellado? ¿Es ciencia ficción? Desde luego que no. Es algo mucho más prosaico de lo que piensas pero igual de importante, y en este artículo te cuento por qué...

José M. Alarcón
José M. Alarcón
Gallego de Vigo, amante de la ciencia, la tecnología, la sociología, la música y la lectura. Ingeniero industrial y empresario. Fundador de Krasis, especialistas en e-learning. Autor de varios libros y cientos de artículos.
Ejércitos espaciales: una idea NO tan descabellada

Hace ya unos meses que se habla de que el abyecto presidente Trump quiere montar un "ejército espacial" para combatir amenazas en el espacio. Y, por fin, hoy se ha confirmado que se han cerrado los presupuestos para el próximo año y han reservado 40 millones de dólares (una gota de agua en el océano del presupuesto de defensa) para este nuevo sexto brazo del ejército de los EEUU.

Los medios de comunicación se han hecho eco de ello y algunos se han cachondeado ante la idea. Hoy mismo, en las noticias del canal 24h de TVE le he oído decir en tono jocoso a la presentadora que "ni siquiera se han detectado otras formas de vida fuera de la tierra" 🤦‍♂️

Hace mucho que me fascina el espacio, y dentro de ello, el tema de la defensa de intereses y recursos espaciales me parece muy interesante, por eso me he decidido a escribir esto.

Dios me libre de defender al presidente de color naranja, pero esta vez, y sin que sirva de precedente, le tengo que dar la razón. Es más, la defensa espacial es una cuestión estratégica en la que Europa debería estar también invirtiendo.

La dependencia del mundo actual de la tecnología del espacio

Hoy en día dependemos muchísimo de la tecnología espacial, aunque es tan transparente que muchas veces no somos conscientes. Si tan solo consideramos los satélites, que es la tecnología más extendida, y por enumerar solo algunas cosas, tenemos:

  • Predicción meteorológica. Puede que a ti te dé igual y que además fallen mucho en la tele, pero el futuro de muchas cosechas depende de esto y los avisos tempranos de grandes catástrofes climáticas salvan muchas vidas. Por no mencionar la monitorización climática que hacen.
  • Observación de recursos. gestión de reservas de agua, bancos de peces o bosques, además de vigilancia de actividades dañinas como deforestación descontrolada, incendios, minería ilegal, caza de especies protegidas...
  • Comunicaciones vía satélite. Qué decir de esto: desde llamadas internacionales en cualquier parte, hasta entretenimiento, aparte de ser parte fundamental de algunas industrias, como las finanzas o la navegación marina y aérea.
  • Servicios de posicionamiento y temporización. Aparte de lo obvio, navegación de cualquier vehículo (que no es poco), son la base también de la agricultura de precisión, la logística a todas las escalas e incluso de mucho del ocio que consumimos. Pero lo que muchos no saben es que estos sistemas mantienen sincronizados los relojes del mundo y es un servicio esencial para los sistemas bancarios o las redes de transporte eléctrico, entre otros. Tal es su importancia que, como GPS es propiedad de EEUU, otras potencias han desarrollado sistemas alternativos como el GLONASS ruso (que tu móvil seguro que soporta y no lo sabes), el BeiDou/Compass chino, el Galileo europeo, y otros menos conocidos como el DORIS francés, el IRNSS indio o el QZSS japonés.
  • Ciencia. Telescopios como el Hubble están en órbita y evitan el filtro de la atmósfera para ver mucho más allá, abriendo posibilidades enormes en el conocimiento del universo.

Imagínate el impacto que tendría en nuestras vidas que los satélites dejasen de funcionar.

Y claro, además están todas las aplicaciones militares que habilitan: despliegue de tropas, vigilancia, flujos de audio y vídeo para drones, inteligencia militar (se estima que el 90% de ésta, actualmente deriva del uso tecnología espacial). Te pueden gustar o no, pero es una realidad y asegurarlo es algo crítico para muchos países.

Nota: por supuesto existen multitud de aplicaciones derivadas de la carrera espacial que se utilizan en el día a día: desde los respiradores de los bomberos hasta los escáneres con los que te detectan un tumor y mil cosas más (materiales, comunicaciones, programación, procesos, investigación científica básica...). Pero esto es otra cuestión aparte del tema que me ocupa hoy.

Creo que vamos viendo por qué la defensa del espacio es tan importante para algunos países. Y por qué invertir en el espacio debería serlo para muchos otros, especialmente grandes agrupaciones como Europa.

Pero, ¿de qué manera se ve todo esto amenazado???

Pocos rayos laser, y ningún marciano

Ahora mismo algunos se cachondean de la idea y hablan de pelear con alienígenas o de Star Wars ante la idea de un ejército espacial. Pero una fuerza espacial no son soldados: es un grupo de científicos e ingenieros trabajando juntos que se ocupan de diseñar dispositivos y técnicas para atacar a otros en caso de necesidad y, sobre todo, de contramedidas para impedir ataques de naciones o grupos hostiles. O sea, es mucho cerebro y poco músculo.

La "guerra espacial" ha existido entre las superpotencias desde el comienzo de la era espacial, y en mayor o menor medida según la época. Desde cosas tan "básicas" como el uso de satélites espía para vigilar los movimientos del enemigo, hasta armas específicamente diseñadas para destruir satélites en órbita y conocidas como ASATs (Antisatélite).

El primer intento (fallido) de crear un ASAT fue en 1958, por parte de EEUU, viendo la delantera que les llevaba la extinta URSS en el lanzamiento de satélites (esto fue 2 años después del Sputnik), y en 1985 lograron el primero funcional con éxito. Desde entonces este tipo de tecnología no ha hecho más que evolucionar, sin prisa pero sin pausa.

Portada de la revista Time con la "Guerra de las Galaxias" de Reagan de los 80

En los años 80 Reagan quiso montar ya un ejército espacial, así que no es un "invento" del actual inquilino de la casa blanca.

A día de hoy se sabe con certeza que al menos 4 países tienen ASATS funcionales, aunque por suerte (que se sepa) solo las han usado en pruebas: EEUU, Rusia, China e India.

Muchas de estas armas están pensadas para destruir físicamente dispositivos en órbita, pero existen diversas técnicas para lograr ataques exitosos que, dependiendo de las necesidades ofensivas, llega con que inutilicen los dispositivos solo unos minutos. O sea, menos explosiones y más hacking, por ejemplo.

Los tipos de ataque más factibles son:

  • Misiles: el misil se utiliza tan solo para lanzar un objeto (sin explosivo) y ponerlo en órbita de modo que se cruce con un satélite y lo destruya por el propio impacto (a esas velocidades no se necesita nada más). Esto ya se ha hecho con éxito en pruebas.
  • Ataques co-orbitales: en este caso se lanza un satélite propio cerca de la órbita d eun satélite enemigo y se deja ahí esperando órdenes. Se pueden utilizar para destruir el satélite, pero lo más probable es que se utilicen para interferir en sus señales o espiarlas y no tanto para atacarlos físicamente (aunque también).
  • Láseres: no, no pienses en la estrella de la muerte y Luke Skywalker. La cosa no da para tanto. Pero desde tierra o desde una aeronave especialmente pertrechada es posible utilizar láseres de alta potencia para interferir con los instrumentos de medida y de comunicaciones de los satélites, inutilizándolos durante tiempo suficiente para muchas cosas "chungas".
  • Interferencias de comunicaciones (jamming): al igual que se anulan las señales de los móviles en algunos sitios, o los mandos a distancia de los coches cerca de ediciones oficiales, es posible interferir, anular o inutilizar las señales de comunicaciones de muchos satélites que no tengan sistemas específicos para evitarlos.
  • Suplantación: esto es más complicado que lo anterior pero es factible. Consiste en hacerse pasar por un satélite enemigo, suplantándolo y dando información errónea o contradictoria.
  • Ciberataques: todos los satélites modernos son en el fondo un ordenador, con la salvedad que están en un espacio. Así que al igual que se hackean los sistemas de computación convencionales (en empresas, industrias, plantas de energía...) se pueden hackear también los ordenadores en órbita, desde tierra o desde otros satélites, para controlarlos o interferir con ellos.

En resumen

No pienses en naves espaciales, láseres y alienígenas. La guerra espacial es algo mucho más prosaico y menos espectacular, pero al mismo tiempo puede tener un impacto enorme en la vida cotidiana y, desde luego, en un conflicto.

Que la delantera en el espacio la lleve EEUU es preocupante para el resto del mundo, y más con semejante comandante al timón y con el cariz que están tomando las cosas en todas partes estos últimos años. Trump con su pintoresca "Fuerza espacial" sólo está haciendo propaganda interna con algo que ya existe hace mucho tiempo.

Muchos países lo han comprendido y llevan décadas manos a la obra. En europa quizá lo llevemos más en secreto o quizá (no me sorprendería) simplemente no estemos haciendo nada. Si este es el caso deberíamos ponernos manos a la obra para no ser unos peleles en manos del "amigo americano" (o chino).

Y como esto en otras tantas cosas, especialmente tecnología y energía. ¿Cómo es posible que no hayamos sido capaces de desarrollar una industria tecnológica propia tan potente como la americana o la China? ¿Cómo es posible que ante la enorme dependencia energética del continente estemos cerrando centrales nucleares en vez de abrirlas (y no, las renovables por sí solas no son la solución por mucho que nos lo quieran vender)? Etc, etc, etc...

Casi todo el tiempo los ciudadanos estamos preocupados de pequeñeces en lugar de pensar a largo plazo. Y desde luego los políticos que tenemos, seguramente con honrosas excepciones, sólo piensan en sus estrategias a corto plazo. Y así no hay manera de competir en igualdad de condiciones.

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