Una visión de redes sociales abiertas: una idea para Google

José M. Alarcón
José M. Alarcón
Gallego de Vigo, amante de la ciencia, la tecnología, la sociología, la música y la lectura. Ingeniero industrial y empresario. Fundador de Krasis, especialistas en e-learning. Autor de varios libros y cientos de artículos.
Una visión de redes sociales abiertas: una idea para Google

Imagina que tu dirección de correo electrónico solamente te permitiera comunicarte con gente que está en tu mismo proveedor de email. Algo así como que si tienes una cuenta en GMail sólo pudieras enviar y recibir correo de otra gente que tuviera una cuenta en GMail, pero no podrías comunicarte con los de Hotmail u otros proveedores. ¿Absurdo, verdad?

Pues eso es exactamente es lo que está pasando con la redes sociales hoy en día. Sólo que de momento poca gente lo encuentra absurdo. Yo, por ejemplo, estoy en Facebook, Twitter, LinkedIn y Google+ entre otras, y para relacionarme con gente diferente necesito acceder a sitios diferentes, usar aplicaciones diferentes y acordarme de a quién tengo en cada una para poder llegar a ellos. Y lo que es peor, en varias de ellas tienes a las mismas personas y tienes que ver las mismas cosas que publican y ellos tienen que ver las mismas que publicas tú.

Como vemos, cada red social es una isla, una pecera separada de las demás.

PecerasSeparadas

Grupos, listas y círculos

Las redes sociales son, por definición, herramientas para relacionarte con otras personas. En contraste con el correo electrónico, en este caso la forma de hacerlo es completamente diferente. La comunicación es grupal, **inmediata **y con feedback y seguimiento instantáneos, mucho más allá de intercambiar meros mensajes. En este caso se comparten "pedazos" de información que varían su carácter según la red social y las personas a las que vayan dirigidas. Así, por ejemplo, Facebook suele usarse más para cuestiones personales, Twitter para mantenerte informado y LinkedIn abarca el ámbito profesional (Google+ de momento tiene unos días de vida y es poco más que un experimento que a ver en que queda).

Según la red en la que estés tienes un perfil diferente: personal, profesional, familiar... Sin embargo en mi opinión el perfil no debería depender de la red en la que estés, sino de la gente con la que te relacionas en cada momento. Así, los mensajes de índole personal querría que los viera sólo los amigos y la familia, los logros laborales o los artículos de interés profesional van destinados a tus contactos profesionales, etc... pero todo ello sin tener que decidir a qué red los envías sino simplemente a qué grupo de personas los quieres enviar, sin importar en que red se encuentren. Lo mismo en el sentido contrario con la información que consumes.

En Facebook tienes los grupos, en Twitter las listas y en Google+ los círculos. Todos ellos son formas de clasificar a la gente y elegir en cada momento qué quieres ver y lo que es más importante, quiénes quieres que vean informaciones concretas que publicas (menos en el caso de Twitter, que todo es público o todo privado). Echa un vistazo a tus grupos, listas y círculos: verás que al final en cada red tienes muchas personas en los mismos grupos y que lees más o menos lo mismo en todas y ellos ven lo mismo de ti también.

Se pierde tiempo, se dispersa la atención y la gente se satura. Mal resultado para todos.

Una idea alternativa: personas, perfiles y tubos

Hoy en día no te queda más remedio que darte de alta en todas las redes de tu interés y gestionar cada una de ellas individualmente. Existen decenas de herramientas agregadoras de información (como Hootsuite, mi favorita) que te permiten centralizar el acceso a varias de estas redes sociales, y facilitan la vida mucho. Sin embargo no dejan de ser meras intermediarias hacia redes aisladas que replican los mismos conceptos y que, aún con una interfaz común, te obligan a pensar en términos de redes sociales, no de personas.

Imaginemos por un momento una herramienta agregadora que vaya un paso más allá. Que te deje gestionar los contactos de manera unificada, de manera que decidas para cada persona y red social en qué categoría están incluidos tanto para enviar como para recibir información. A cada dirección de la información (entrada o salida, o lo que es lo mismo, consumo o emisión) le llamaríamos tubos. Así, podríamos definir reglas en tres dimensiones: **persona, perfil y tubo **(sentido de la información).

Con este concepto podríamos disponer de control centralizado y granular de nuestras comunicaciones y, lo que es mejor, con un carácter asimétrico como el de Twitter (que es una de sus virtudes).

Un ejemplo: a mi amigo Xosé Ramón lo incluiría en el grupo "Amigos" dentro de mi tubo de salida con su perfil de Facebook. En mi tubo de entrada estaría dentro de un grupo "Personal" con su perfil de Facebook, pero también dentro de un grupo "Gente que me interesa" con su perfil de Twitter y LinkedIn. Así podría estar en contacto con él tanto en la dimensión personal como en la dimensión profesional, pero con un control muy granular de lo que emito y consumo en cada momento.

PecerasUnidas

Imaginemos un poco más y visualicemos un futuro en el que exista un protocolo estándar de interrelación entre las redes sociales actuales y futuras. Algo así como SMTP en el email, pero en el ámbito de las redes sociales. Bastaría con darse de alta en una de ellas para poder comunicarte con cualquiera en cualquier otra, organizando tu árbol social de una manera similar a cómo he descrito en los párrafos anteriores. ¿No avanzaríamos una barbaridad y ganaríamos todos?

La guerra de las redes sociales

Todos no. Perderían Facebook y las grandes redes sociales. Es lógico que haya un interés importante de los grandes jugadores en que esto NO sea así. Ahora mismo el juego es una cuestión de volumen, y gana el jugador que más usuarios tenga y sea capaz de mantenerlos en el redil. De momento la ventaja por muchas cabezas la tiene Facebook.

En mi opinión **Google tendría una oportunidad de ganar si **en lugar de crear otra red social aislada como Google+ (o el fallido Buzz), construyera una herramienta social con las características que he descrito.

La clave estaría en encontrar una forma sencilla de gestionar esos grupos tridimensionales que describo (que hasta mi abuela pudiera manejar). Podría convertirse de repente en un agregador de información social global. Si bien esta información estaría albergada en las redes de otros, toda ella pasaría por sus sistemas antes, pudiendo aprovechar la tracción de los usuarios independientemente de dónde estuvieran. Si mañana aparece otro Facebook con cientos de millones de usuarios (en China ya los hay, así que no es descabellado), podría integrarlo en el seno de esta herramienta y les daría igual cuántas aparecieran. En lugar de pelear contra ellas podría fomentarlas incluso más.

Si no puedes con tu enemigo únete a él. Con algo así en lugar de luchar para construir su propia red social podría dejar ese trabajo a otros, pero aún así sacar el partido que desea a toda esa información. Y al final es precisamente eso de lo que se trata.

Y digo Google porque creo que son los únicos capaces de crear algo así, con las dimensiones elefantiásicas requeridas, y con la capacidad de "vendérnoslo" a todos sin esfuerzo a través de la página principal de su buscador, de su navegador y de su servicio de correo electrónico. Bueno, quizá Microsoft podría hacerlo también, pero es más difícil.

Si en el futuro ves algo así en marcha, recuerda que la idea la leíste aquí antes que en ningún otro sitio 😉

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