La pluma es más fuerte que la espada

José M. Alarcón
José M. Alarcón
Gallego de Vigo, amante de la ciencia, la tecnología, la sociología, la música y la lectura. Ingeniero industrial y empresario. Fundador de Krasis, especialistas en e-learning. Autor de varios libros y cientos de artículos.
La pluma es más fuerte que la espada

Leía anteayer en el sitio online de la BBC un artículo que me llamó mucho la atención: "Spelling mistakes 'cost millions' in lost online sales". En él se hablaba de los resultados de un estudio acerca de **cómo influía **la presencia de faltas de ortografía y una redacción pobre de los textos de una Web sobre las ventas online .

Por lo visto la influencia es enorme. Según este artículo una falta ortográfica puede recortar las ventas a la mitad. Los resultados se asocian a una simple cuestión de confianza en la empresa que vende, y a que este tipo de fallos son típicos de *spammers *y estafas online.

No dudo de su influencia, pero me parece un poco exagerada esta cifra. De lo que desde luego no dudo es de la importancia de la capacidad de comunicación en las empresas...

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Una habilidad cada vez más escasa

Recuerdo que hace veinte años, cuando empezaba a hacer la carrera, existía una enorme diferencia de expectativas laborales entre un licenciado en disciplinas de letras y uno de ciencias/ingeniería. Si estudiabas una ingeniería tenías grandes posibilidades de trabajar, mientras que un licenciado de letras lo tenía mucho más complicado. Incluso se hacían chistes crueles al respecto:

"¿Qué le dice un licenciado en Filosofía en paro a uno que trabaja?.... Una Whopper y unas patatas, por favor"

Ha pasado casi una generación y pienso que, aún existiendo diferencias, un licenciado de letras tiene muchas más posibilidades hoy en día. Desde luego una persona con ingeniería que sea capaz de expresarse de manera sobresaliente tiene una gran ventaja, pero cada vez es más frecuente encontrar empresas que buscan licenciados en filosofía, politólogos o sociólogos entre otras carreras humanísticas. Y es que, en mi opinión, una carrera universitaria es  sobre todo un vehículo para conformar nuestra estructura mental de una determinada forma. El trabajo de verdad lo aprendes luego. Lo que aportan estas carreras de letras en muchos casos es pensamiento desestructurado y creativo, en contraposición con el más "cuadriculado" de las carreras técnicas. Y eso es cada vez más necesario en las empresas modernas.

Cada vez tiene más importancia la palabra, tanto hablada como escrita, y a esto se le suma un empobrecimiento generalizado del léxico y la capacidad de comunicación formal.

Las causas de esto último las podemos encontrar en la manera predominante de consumir información hablada y escrita que tenemos en cada generación cuando somos adolescentes. En esa etapa se forman en gran medida nuestras capacidades de expresión así como nuestros intereses culturales.

Hace unas semanas tuve la oportunidad de leer un estudio realizado en 1998 por dos profesores de la Universidad de California, Berkeley. En él se analiza la influencia de la lectura en el desarrollo de las capacidades cognitivas de los niños y adolescentes, y de cómo el "efecto San Mateo" (el rico se hace más rico y el pobre más pobre, en este caso referido a estas capacidades) se aplica a estas habilidades con el tiempo.

Se basa en unos datos muy interesantes sobre los contenidos y el léxico utilizado en los principales medios de información. En concreto, una de las medidas utilizadas fue el ratio de "palabras raras" encontradas en cada tipo de comunicación, para tratar de medir la riqueza del vocabulario al que te expone cada medio. Se consideran "palabras raras" aquellas que no están entre las 10.000 más utilizadas en el idioma.

Estos fueron los resultados:

image Nota: El "Rango de rareza" es la posición que ocupa, en el ranking de frecuencia de uso de palabras, la palabra más frecuentemente utilizada en promedio  en el medio correspondiente. Todos están, lógicamente, por debajo de 10.000, por lo que no se consideran palabras "raras".

Para empezar llama la atención lo empobrecido que es el léxico de los medios hablados frente a los escritos. Es más, una conversación normal entre adultos supuestamente cultos (universitarios) está ligeramente por encima de un libro de preescolar en cuanto a incidencia de "palabras raras" pero incluso está por debajo en el "rango de rareza" (primera columna).

Lamentablemente los datos utilizados para realizar el estudio están datados en 1988, por lo que no se han incluido medios en Internet (foros, páginas de periódicos, blogs...), ni videojuegos u otros fenómenos de consumo cultural más reciente. Echo también en falta la música y el cine. Tampoco incluyen fenómenos culturales empobrecedores como el "Sálvame", que sin duda estarían muy por debajo de Barrio Sésamo. Además se refieren a EEUU y al idioma inglés. Ojalá alguien se anime a actualizarlo.

No obstante creo que aproximadamente lo mismo se podría destilar de datos actuales y en cualquier idioma y país occidental. Es evidente cómo pueden influir en sus capacidades los medios de consumo de información que fomentamos (o más bien, condescendemos) en nuestros niños y jóvenes. Y por supuesto en nosotros mismos.

Ponga un blog en su curriculum

Las personas que han tenido buenos hábitos de lectura desde pequeños, generalmente ofrecen una capacidad comunicativa mucho mayor y tienen más oportunidades de destacar profesionalmente más adelante.

En un mundo cada vez más global, plural y multicultural, los responsables de las empresas debemos convencernos de la importancia que tienen las habilidades de comunicación para el éxito de los negocios. Desde el marketing a la comunicación interna (en grandes empresas), pasando por la labor comercial, la cultura empresarial, etc... todo ello pasa por una buena capacidad de comunicar. Y más si nuestra vía de marketing y comercialización es Internet: blogs, webs, redes sociales...

En cualquier empresa -independientemente de su tamaño- es importante disponer de personas con capacidad de comunicación. Esto no significa en absoluto que tengamos que contratar a literatos, pero alguien con un buen desarrollo en esta área por regla general será capaz de conceptualizar mejor, será más efectiva, será más convincente, tendrá capacidad de concreción... Además está el aporte al negocio de una visión humanista y desestructurada/creativa que comentaba antes.

Aún así es infrecuente encontrar un curriculum en el que aparezca alguna referencia a las capacidades de comunicación. Es más, raro es encontrar en alguno la dirección de un blog personal, o un "pinito" en un concurso literario, por ejemplo.

En conclusión: dale prioridad a la gente que demuestra capacidades de comunicación, oral y escrita. Si es preciso haz alguna prueba simple durante el proceso de selección. Sobre todo para determinados puestos.

Y si estás del otro lado y atesoras esas capacidades comunicativas, destácalo de un modo claro en tu CV. Las empresas más interesantes y con más visión sabrán valorarlo.

Termino con un ejemplo gracioso de cómo los fallos pueden constar dinero realmente 😉

Misspelling-bird Fuente: Daily Pics and Flicks

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