La mejor manera de elegir a tu gente si eres una PYME

José M. Alarcón
José M. Alarcón
Gallego de Vigo, amante de la ciencia, la tecnología, la sociología, la música y la lectura. Ingeniero industrial y empresario. Fundador de Krasis, especialistas en e-learning. Autor de varios libros y cientos de artículos.
La mejor manera de elegir a tu gente si eres una PYME

Un concepto muy importante en termodinámica es el de foco calórico. Se refiere a cualquier sistema que es capaz de recibir o entregar cualquier cantidad de calor sin que se vean afectadas sus propiedades principales de temperatura, presión y volumen. Aunque no existen realmente tales abstracciones, en la práctica, el mar o el sol se consideran focos calóricos porque son tan grandes, que da igual lo que hagas con  ellos en términos termodinámicos que no variarán su estado. Échale cualquier cosa y ni se enterarán.

Si hacemos el símil con una empresa, IBM, Telefónica o Indra (por poner algunos ejemplos de mastodontes) serían focos calóricos. Tu empresa es el equivalente termodinámico de una piscina hinchable.

PiscinaHinchableBobEsponja

Una empresa grande puede absorber sin problema malos trabajadores. Se diluyen entre un mar de gente en el foco calórico que es una multinacional. Una PYME o micro-PYME simplemente no tiene esa capacidad. Una o dos malas incorporaciones pueden acabar con la empresa.

Por eso es tan importante escoger a las personas adecuadas y saber identificar a las manzanas podridas. Lo que está en juego es la supervivencia de la empresa.

El trabajo detectivesco

Las entrevistas de trabajo son necesarias, por supuesto, y bien realizadas te pueden proporcionar una información indispensable. Pero una o varias entrevistas personales no son suficientes por varios motivos. Hay verdaderos profesionales de las entrevistas, capaces de salir airosos de cualquier pregunta que hagas, pero que en el fondo ocultan muchas cosas. Por otro lado en una hora charlando con alguien lo máximo que puedes sacar son impresiones personales que no te van a decir realmente nada sobre el largo plazo en la empresa de esta persona, ni te van a revelar cuestiones sutiles pero importantes sobre ésta, como si es problemática o entra en alguna de las categorías de las manzanas podridas.

Y dado que tu empresa no es un foco calórico y no se puede permitir absorber a ciertos personajes, es crucial que vayas un paso más allá de las entrevistas.

No deja de sorprenderme lo poco que se utiliza la principal herramienta para acertar en las elecciones de trabajadores y que, además, está al alcance cualquier pequeño empresario o emprendedor: las referencias de empresas anteriores.

La mayor parte de las veces no se hace por pereza y por el trabajo que da localizar a la persona adecuada con la que hablar, pero llamar a los antiguos responsable de un candidato que estamos casi decididos a contratar es fundamental. Podrás obtener más información en dos minutos de conversación telefónica que en horas de entrevistas con el candidato. Te podrán dar pistas sobre cómo es realmente esa persona de modo que no te lleves sorpresas a largo plazo.

Algunos consejos

A la hora de plantearse pedir referencias hay que hacer bien los deberes y también tener claro qué preguntar y cómo actuar ante ciertas respuestas:

  • Por supuesto jamás llames a la empresa actual, en la que está trabajando ahora mismo. Es de Perogrullo pero no todo el mundo lo lleva con la discreción apropiada. La confidencialidad del candidato es esencial.

  • No llames a las referencias que estén ya en el CV. Si las ponen será por algo y no te van a revelar nada interesante en este punto. Puedes recurrir a ellas más tarde para refrendar otros comentarios, pero debes buscar tus propias referencias aunque el otro sea el camino más fácil.

  • En muchos casos, sobre todo si ha trabajado en PYMEs, llegará con levantar el teléfono y pedir hablar con el gerente. Otras veces será más complicado y tendrás que trabajártelo más.

  • LinkedIn es tu amigo. Puedes buscar personas que hayan trabajado en esas empresas también y que tengas en común o a través de terceros y mandarles un mensaje.

  • Aunque la empresa haya cerrado es fácil averiguar quién era el propietario (registro mercantil) o quién más trabajó en la misma época allí (Google, LinkedIn) para poder dar con ellos y charlar un par de minutos.

  • Si su anterior jefe no está dispuesto a hablar contigo y no te devuelve los mensajes, es una muy mala señal. Mucha gente evita hablar de temas conflictivos o tiene miedo de hacer algo ilegal.

  • Hay que saber leer entre líneas. Casi nadie, salvo que lo conozcas y tengas confianza, te va a hablar mal abiertamente de una persona que ha trabajado para él. Lo que harán siempre es darte señales sutiles, conscientes o inconscientes, sobre si era una persona problemática o no.

Respecto a las preguntas que hacer, no es muy complicado ni hay que reinventar la rueda. Con cuatro cuestiones muy sencillas enseguida podrás obtener la información que necesitas:

  • Verificar que lo que pone el curriculum es cierto: fechas en las que trabajó en la empresa y el puesto y labor que desempeñaba el candidato. No sería la primera vez que eso es inventado. Puedes leer la descripción de sus tareas que pone el propio CV para verificar que se acerca a la realidad.

  • ¿Cuál fue el motivo de que se marchara de la empresa?. En este punto a veces habrá diferencias sustanciales entre las versiones y pueden aparecer cuestiones importantes.

  • ¿Era diligente y responsable en sus tareas?.

  • ¿Ha tenido algún problema alguna vez con sus compañeros o con su jefe? ¿Se llevaba bien con la gente? ¿Era poco sociable o todo lo contrario? Esto debe encajar bien con la cultura de tu empresa pues es frecuente fuente de problemas.

  • ¿Qué puesto crees que sería el ideal para esta persona? Hay veces que la gente simplemente no está trabajando en lo que requieren sus aptitudes. Alguien muy competente puede hacer un trabajo nefasto si no está en el puesto adecuado. Alguien que haya trabajado durante meses o años con el candidato te lo sabrá decir.

En resumen

En una PYME o micro-PYME elegir a la gente apropiada es la tarea más compleja pero más decisiva que puedes realizar, y sin embargo en demasiadas ocasiones se lleva a cabo con demasiada ligereza.

Hay ciertas cuestiones que pueden tardar meses o años en salir a la luz pero que puedes averiguar con dos minutos al teléfono. La experiencia previa de otras personas que hayan trabajado con esta persona es realmente útil aunque no estén dispuestos a dar muchos detalles.

Llamar para pedir referencias es una tarea ingrata que además puede ser tediosa si el acceso a las personas apropiadas no es muy directo. Sin embargo, una hora invertida en ello (entre investigación y llamadas) te puede ahorrar muchos dolores de cabeza y dinero en el futuro o simplemente confirmarte en la elección que acabas de hacer.

No es algo que debamos descuidar, pues en el caso de una PYME puede llegar a ser una cuestión de supervivencia.

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