La fiebre del oro o cómo hacerte rico vendiendo picos y palas

José M. Alarcón
José M. Alarcón
Gallego de Vigo, amante de la ciencia, la tecnología, la sociología, la música y la lectura. Ingeniero industrial y empresario. Fundador de Krasis, especialistas en e-learning. Autor de varios libros y cientos de artículos.
La fiebre del oro o cómo hacerte rico vendiendo picos y palas

Durante los siglos XIX y XX el descubrimiento de importantes cantidades de oro en lugares como California, Alaska, Brasil, Australia o Sudáfrica provocó el desplazamiento masivo de decenas de miles de personas en busca del preciado metal. Estas personas parecían estar afectadas por una extraña enfermedad que les obligaba a trabajar incansablemente para extraer pepitas de los ríos. A este comportamiento obsesivo por buscar oro se le llamó "fiebre del oro".

Debido al colonialismo cultural estadounidense que nos lo ha mostrado en decenas de películas, el periodo de fiebre del oro más famoso fue el que se vivió en el estado de California entre 1848 y 1855.

MineroOro

El "negocio" tenía barreras de entrada muy bajas puesto que sólo hacía falta trasladarse a esas zonas y poner trabajo personal. Por ello atrajo a muchísima gente tentada por la posibilidad de hacerse rica en poco tiempo.

¿Te recuerda a algo esta situación?

En efecto: algo parecido pasa desde hace unos años en el mundo tecnológico. Los servicios en Internet -últimamente las aplicaciones para móviles y tablets- tienen el mismo encanto para los emprendedores de hoy en día que el que tenía el oro para los buscadores hace dos siglos.

Las barreras de entrada son pequeñas puesto que casi cualquiera con conocimientos técnicos y una idea puede intentarlo desde su propia casa. Y salvo que tengas un éxito brutal (encuentres ese oro) los costes de infraestructura son muy bajos. Pronto puedes tener tu portal de Internet accesible en todo el mundo o tu app vendiéndose en la AppStore.

Lo malo es que para tener éxito hace falta mucho más que una idea y un trabajo bien hecho. Y más en el híper-competitivo sector en el que estamos...

¿Quién ganaba dinero con la "fiebre del oro"?

Durante las diferentes fiebres del oro la actividad resultó ser deficitaria para la mayoría de los mineros. Los primeros que llegaron y desataron el fenómeno seguramente obtuvieron grandes beneficios, pero en cuanto se masificó y todos competían para encontrar los recursos, los resultados obtenidos no justificaban los costes y el esfuerzo personal involucrados.

Sin embargo esa masa de gente trabajadora trajo grandes oportunidades para otros tipos de negocio que orbitaban a su alrededor: transporte, venta al por menor, hospedaje, entretenimiento (incluyendo los lucrativos prostíbulos de la época), armas, lavanderías, comida, ropa... Un caso conocido por todos es el de la marca de vaqueros Levi's, cuyo origen está en San Francisco vendiendo ropa de trabajo a los mineros durante la fiebre del oro, y ha perdurado hasta nuestros días.

Es esta gente la que se hizo rica en realidad. La imagen que perduró para la historia es la del minero loco que salta de alegría al encontrar unas pepitas, pero en realidad el que saltaba de alegría era el que le estaba vendiendo el pico, la pala, la carretilla y el tamiz 😉

¿Quién gana dinero con la "fiebre de Internet"?

En la actual fiebre del mundo tecnológico todos conocemos a los grandes triunfadores. Pioneros o innovadores en sus áreas de especialidad como Google, Facebook, Amazon, Apple... También hay unos cuantos con un éxito considerable como Dropbox, Zynga, Skype, YouTube, Twitter...

Sin embargo por cada uno de ellos existen miles y miles de pequeñas empresas y startups que son el equivalente del minero que lo intentaba y lograba sacar únicamente unas pepitas de vez en cuando. Pero todas ellas necesitan servicios a su alrededor en los que sustentarse, y esto implica que muchas empresas se van a hacer ricas.

Por ejemplo, Amazon es conocido por el gran público por su negocio tradicional de venta on-line de libros y otros productos. Sin embargo su negocio de infraestructura, Amazon Web Services** **(AWS)  supera los mil millones de dólares anuales de ingresos y es la base en la que se **sustentan decenas de miles de pequeñas empresas de todo el mundo **para sus negocios on-line (por ejemplo Dropbox).  Aunque es una parte pequeña aún de sus 48 mil millones de ventas en 2011, es un gran negocio con buenos márgenes. Hasta podría considerarse un subproducto de su producto principal, ya que aprovecha el conocimiento, la experiencia y las sinergias obtenidas por su negocio tradicional desde sus inicios, lo cual lo hace más atractivo todavía. Otra empresa menos conocida aún para la mayoría pero que en 2011 ingresó casi 300 millones de dólares de sus más de 170.000 clientes es Rackspace, otro proveedor de servicios técnicos cloud. Otros ejemplos son Softlayer, GoGrid o incluso Heroku.

Una de las empresas poco conocidas pero que es clave para Internet tal y como la conocemos es Akamai Technologies. Esta empresa de entrega inteligente de contenidos está detrás de casi todas las grandes empresas de Internet que requieren transmitir cantidades ingentes de datos: YouTube, Apple, Facebook, Hulu, NetFlix, Microsoft... todos contratan sus servicios para poder entregar a la mayor velocidad vídeos, descargas de productos e imágenes. Akamai ingresó más de 1.000 millones en 2011. Pero existen otras bastante exitosas también dentro de esta categoría como EdgeCast o MaxCDN que también están sacando pingües beneficios de la locura actual con el vídeo.

La mayoría de los servicios on-line necesitan cobrar a sus clientes tarde o temprano y ahí es donde se lleva el gato al agua Paypal. Pero también otras empresas que ganan mucho dinero con ello, como la británica Skrill (antigua MoneyBookers), la alemana Wirecard o la holandesa PayVision.

Hay muchos otros ejemplos, pero el concepto de vendedor de picos y palas está claro.

Conclusión

Lo más tentador para cualquiera es estrujarse el cerebro en pensar en la próxima gran aplicación para Internet o para el iPhone. Y es muy loable intentarlo, las barreras son bajas y quizá, sólo quizá, tengamos éxito. No obstante en muchos casos dará poco más que para vivir y una gran porcentaje están condenadas al fracaso.

Una opción alternativa aunque menos glamurosa es ayudar a los que lo están intentando, y de paso hacer algo de dinero por el camino. Piensa en qué tipo de picos y palas les puedes vender a los mineros de la nube. Yo ya llevo bastante tiempo haciéndolo. A ver si se me ocurre algo de una vez 😉

No te rindas **Lo importante es no rendirse nunca... ** (por desgracia no recuerdo de dónde saqué esta tira para enlazarla)

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