La crisis ya no es crisis, es la nueva realidad
Comienza 2011. Desde hace tres años no oímos hablar de otra cosa que de la tan traída y llevada crisis financiera mundial. Y es cierto, la tenemos ahí y ha causado -y sigue provocando- estragos entre todo tipo de empresas (y sobre todo entre las personas).
Sin embargo cómo decía Supertramp en el título de su famoso cuarto disco, yo digo: "¿Crisis? ¿Qué crisis?"
No, no estoy negando la existencia del fenómeno que ha ocurrido en los últimos años y que, por desgracia, ha enviado a millones al paro y ha obligado a cerrar a miles de PYMEs. Ni siquiera pongo en duda su vigencia.
Simplemente creo que ya es hora de ir asumiendo que de esta crisis no vamos a salir en el sentido habitual de esta expresión. No estoy siendo pesimista al hacer esta observación. Lo que trato de transmitir es que, en realidad, lo que el mundo ha sufrido es una corrección, una vuelta al equilibrio del péndulo. Lo que se vivía en el mundo en los últimos años (y en particular en España con la construcción) no era normal. Lo que tenemos ahora va a ser el nuevo estándar, la nueva realidad económica por muchos años. Al menos mientras no se nos olvide la historia de nuevo.
Lo que esta crisis ha provocado es la racionalización de muchas cosas. Lamentablemente no ha supuesto el cambio que debiera para las entidades financieras, y los que la pagamos somos los ciudadanos y las pequeñas empresas, como se está viendo con el famoso rescate de Irlanda (este enlace merece mucho la pena). Sin embargo creo que hay que aceptar que estos cambios han llegado para quedarse. Existen una serie de pautas derivadas de la crisis que van a perdurar y que van a seguir afectando a todos los negocios en mayor o menor medida.
Seguro que los indicadores macroeconómicos van a variar en los próximos meses o años: las bolsas subirán, la tasa de paro (afortunadamente) volverá a bajar, el crédito regresará a as empresas aunque en menor medida, etc... Pero porque un día todos los noticiarios digan que la crisis se ha terminado, el impacto sociológico que ha tenido en el ciudadano de a pie y en la PYME no creo que vaya a desaparecer de un plumazo. Los cambios de mentalidad, las costumbres adquiridas y las pautas iniciadas en la sociedad por esta recesión van a perdurar en el tiempo, y ello seguirá impactando en los negocios y en especial en las PYME en los años venideros.
Crisis = Cambio = Oportunidad
En marzo de 2009, ya en plena recesión, tuve la oportunidad de estar en China durante dos semanas. Una de ellas la invertí en aprender lo que pude sobre cómo hacer negocios allí, de la mano del Instituto de Empresa en su escuela de negocios de Shanghái. Allí descubrí que hay muchas cosas en las que los orientales nos sacan una gran ventaja, pero quizá una de las más importantes es en su actitud hacia el cambio. Los chinos asumen el cambio mucho mejor que los occidentales.
Esta es la palabra crisis escrita en chino simplificado:
Este concepto en chino está formado en realidad por dos palabras, representadas por los dos ideogramas de la figura: peligro (wei) y oportunidad (ji).
Es decir, en China la crisis se ve como un peligro y una oportunidad al mismo tiempo, y es realmente lo que ocurre en la realidad. En occidente estamos más acostumbrados a ver el lado malo -el peligro- y a asustarnos. Pero en realidad toda crisis lleva implícitas muchas oportunidades para cambiar y hacernos más fuertes y mejores. Y la situación actual no es una excepción.
Volviendo a la tesis de la escasez que ya he comentado otras veces, hay muchas cosas que escasean en una situación como la actual, y que por tanto podemos utilizar para conseguir atraer nuevo negocio hacia nuestras empresas. Algunos ejemplos son la escasez de dinero (aunque parezca un contrasentido), de tiempo, de honestidad (las empresas tienden a hacerse más “cicateras” para compensar los menores ingresos), de seguridad, de exclusividad, de recursos naturales…
Todas ellas representan oportunidades para diferenciarnos de la competencia en esta nueva realidad que nos ha tocado vivir. No todos se salvarán, y para ellos será malo, pero los que logren sobrevivir aprovechando las nuevas oportunidades saldrán fortalecidos. En próximos *posts *mostraré ejemplos reales de empresas que están sacando partido a todas esas cosas que escasean.
Me apetece mucho terminar con una frase que pronunció Muhammad Yunus en su reciente visita al IESE en Madrid y que me parece que resume muy bien lo que he tratado de apuntar en este texto:
"Tenemos prisa por volver a dejar las cosas como antes. Pero sería un error. Esta (la crisis) es una maravillosa oportunidad para arreglar este sistema"
Muhammad Yunus