Errores del emprendedor: #1 - Búsqueda obsesiva de financiación

José M. Alarcón
José M. Alarcón
Gallego de Vigo, amante de la ciencia, la tecnología, la sociología, la música y la lectura. Ingeniero industrial y empresario. Fundador de Krasis, especialistas en e-learning. Autor de varios libros y cientos de artículos.
Errores del emprendedor: #1 - Búsqueda obsesiva de financiación

Desde hace unos años parece que la única forma de lanzar una empresa es a través de inversión de terceros. Dado que los bancos no proporcionan financiación, las redes de Business Angels son la alternativa más habitual. El problema es que esto ha generado verdaderos expertos en captar inversión, pero que luego no saben qué hacer con ella. O que cuando la consiguen y logran crear el producto y lanzarlo al mercado se dan cuenta de que muchas de sus presunciones iniciales estaban equivocadas.

Quiero decir con esto que en muchas ocasiones toda la actividad previa de la futura empresa se centra en generar el plan de negocio, hacer presentaciones impecables y tratar de conseguir una inversión. Sin embargo ese tiempo y esfuerzo estaría mucho mejor empleado en terminar el producto mínimo viable y conseguir los primeros clientes.

Si al final de verdad se necesita inversión para avanzar, nada mejor para convencer a los inversores que disponer ya de un producto seminal y de un par de clientes reales.

Por suerte vivimos en una época en la que arrancar casi cualquier nuevo negocio es más barato que nunca:

  • Muchos negocios requieren una gran parte de trabajo propio, asumido por los promotores, sin grandes inversiones productivas. Esto significa básicamente inversión de tiempo y esfuerzo personal, sin cobrar eso sí. No ganas dinero pero tampoco te cuesta demasiado.
  • Vivimos en plena ascensión de "la nube", con costes variables e incluso gratuitos en el caso de las empresas TIC.
  • Es posible la subcontratación de casi cualquier tipo de fabricación en China y otros países en negocios de producto. O puedes partir de productos tecnológicos estándar de muy alta calidad a los que tu empresa les puede proporcionar el valor añadido.
  • Existe la posibilidad de imprimir por muy poco dinero piezas en 3D para construir modelos.
  • Tenemos una gran disponibilidad de trabajadores autónomos on-line a los que se puede contratar desde una web o un desarrollo informático hasta un estudio de mercado o consultoría de marketing a precios asequibles.
  • Internet nos brinda el acceso sencillo desde cualquier pueblo (con costes bajos) a muchas cosas antes inalcanzables: mercados mundiales, "influencers" y prensa, formación de alto nivel...

Piénsalo: hoy en día es más caro montar un bar que una empresa innovadora de base tecnológica. Y eso jamás había pasado antes.

Claro que hace falta dinero, pero quizá no tanto como el que algunos se piensan. En muchas ocasiones no es necesario arrancar tan a lo grande, y una estrategia de ir poco a poco es más apropiada, reduce mucho los riesgos y asegura un futuro mejor para la empresa a largo plazo.

Hay que hacer unos cálculos muy sencillos a un año vista: cuánto es lo mínimo que necesito para vivir (CMV: Coste Mínimo Vida), lo mínimo que necesita la empresa para funcionar (CMF: Coste Mínimo Funcionamiento) y aplicarles un factor de seguridad por si hay imprevistos (que siempre los hay). El resultado es la cantidad que se necesita para empezar. Si haces bien los números verás que quizá necesitéis menos dinero del que pensabais inicialmente.

Y con esa cantidad en la mano, antes de obsesionarse con encontrar inversión, existen otras posibilidades de financiarse:

  1. Inversión de tiempo propio y unos pequeños ahorros personales. Si tienes dinero para no agobiarte si no ingresas durante unos meses o un año, o puedes sumar el paro a unos ahorros previos, quizá sea lo único que necesitas para lanzar tu idea.
  2. El clásico FFF (Family, Friends and Fools): si realmente crees que hay posibilidades reales de algo es posible que no te importe recibir ayuda económica (en cantidades pequeñas) de algún familiar o amigo. Esto es algo muy personal, claro. Yo por ejemplo sería muy reacio a involucrar a personas cercanas en una aventura propia, pero otras personas tienen un parecer distinto. Es una posibilidad que se ha usado toda la vida.
  3. Trabajos paralelos limitados: aunque lanzar una nueva empresa es un come-tiempo tremendo y debemos centrarnos, si tenemos una especialidad profesional podemos llevar a cabo algunos trabajos en paralelo que nos ayuden con los gastos, aunque no tengan nada que ver con la idea de negocio. Probablemente nos retrasará un poco en el plan global pero nos ayudará a salir adelante. El caso es que sepamos ponerle coto y que el tiempo dedicado no supere un determinado porcentaje de nuestro tiempo. Yo por ejemplo, durante los primeros años de mi empresa, me financié escribiendo artículos, dando charlas e impartiendo formación. Dado que mi negocio no podía sostenerse solo al principio era una manera de financiar mis gastos para poder dedicar el resto de mi tiempo a la aventura empresarial. Es decir, puedes financiarte tú en lugar de financiar a la empresa. Si sois más de uno y solo uno hace trabajos paralelos mientras los otros se dedican 100% al proyecto, deberíais repartir equitativamente esos ingresos paralelos aunque solo los genere uno. Desde dar clases particulares a chavales, hasta alquilar una habitación de tu casa, existen muchas posibilidades de generar pequeños ingresos complementarios.
  4. Conseguir ventas desde el primer día: depende de lo convincente que seas y la confianza previa que tengas con tus primeros clientes, es posible que puedas vender el producto o servicio antes de tenerlo. Si lo que quieres es crear un producto que todavía no tienes, puedes prestar un servicio relacionado que te ayude a avanzar en la dirección de conseguir el producto, Si te financias vendiendo algo desde el día 1 y mantienes tus costes a raya es una manera de crear sostenibilidad financiera para la empresa.
  5. Intercambio de servicios y productos: puede que algo que necesites lo tenga otra empresa que necesita algo que vosotros podéis ofrecer, aunque no sea vuestro producto/servicio principal. Esta situación puede permitir un intercambio no-dinerario que os favorezca a ambas, y no deja de ser una forma de inversión.
  6. Combinar todas las anteriores.

En definitiva, el arrancar sin inversión y con medios propios (lo que los anglosajones llaman Bootstrapping) no solo es posible sino además en muchos casos deseable.

Eso sí, necesitas tener un buen triángulo montado entre los tres factores necesarios para sacar una nueva empresa adelante: Tiempo, Esfuerzo y Foco. Si disminuyes uno tienes que aumentar alguno de los otros dos para mantener el área constante. Por ejemplo, si retiras foco de tu empresa para hacer otras cosas tendrás que dedicar más tiempo o más esfuerzo.

Incluso en Silicon Valley, la tierra de la especulación inversora, existen muchos casos de empresas conocidas y exitosas que se han auto-financiado durante años antes de buscar inversión: Dell, GoPro, Indeed, WooThemes, AppSumo o Github son algunos ejemplos.

Auto-financiarse no se trata de una decisión sin marcha atrás. Vuestra empresa puede empezar auto-financiándose y uno o dos años después buscar inversores para financiar el crecimiento con muchas más garantías, y con un poder de negociación respecto a qué porcentajes ceder muy importante gracias a la trayectoria previa.

¿Es más arriesgado empezar de esta manera? Sin duda, pero el riesgo controlado es lo que define a un verdadero emprendedor, y las ventajas de hacerlo así son indudables.

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