Qué es el acuerdo TTIP y por qué debería importarte

El TTIP es un tratado de libre comercio que se está negociando hace años entre EEUU y Europa de forma poco transparente, que influirá enormemente en tu vida y la de tus hijos.

José M. Alarcón
José M. Alarcón
Gallego de Vigo, amante de la ciencia, la tecnología, la sociología, la música y la lectura. Ingeniero industrial y empresario. Fundador de Krasis, especialistas en e-learning. Autor de varios libros y cientos de artículos.
Qué es el acuerdo TTIP y por qué debería importarte

TL;DR: El TTIP es un tratado de libre comercio que se está negociando hace años entre EEUU y Europa de forma poco transparente, que influirá enormemente en tu vida y la de tus hijos. Presenta bastantes puntos polémicos que, como mínimo, deberíamos conocer todos los ciudadanos. Desde que supe de su existencia he estado leyendo e informándome, y aquí te dejo mis impresiones y mucha información interesante para que puedas formarte tu propia opinión. Léelo entero. Te interesará.

Es sorprendente que, al menos en España, apenas se oiga hablar sobre este asunto, pues es de importancia capital. Yo mismo me enteré hace unos meses a través de alguien cercano que me lo comentó, y eso que suelo estar al día de casi todo. Mientras en otros países (especialmente Reino Unido y en Alemania, donde existe mucha oposición ciudadana) es algo que mucha gente conoce, aquí casi no se menciona en los medios. Supongo que entre las noticias sobre corrupción, el fútbol, los refugiados, el independentismo catalán y las inminentes elecciones generales, ya no queda mucho sitio para nada más.

El Transatlantic Trade and Investment Partnership o TTIP es una serie de negociaciones sobre comercio bilateral que llevan unos años en curso entre la Unión Europea y los Estados Unidos, prácticamente en secreto. Este tratado, si algún día llega a firmarse, impactará enormemente en las esferas pública y privada de los ciudadanos europeos.

Hay quién está a favor y quién está en contra, más que nada grupos de izquierdas en este último caso. En mi opinión esto no debería asociarse a signo político alguno, pues nos afectará a todos profundamente, y le interesa tanto a los de derechas como a los de izquierdas.

Además, hace unos días se firmó el tratado TPP (Trans-Pacific Trade) entre EEUU y otros 11 países (Canadá, México, Perú, Chile, Nueva Zelanda, Australia, Singapur, Brunei, Malasia, Vietnam, y Japón). Este tratado es a priori muy similar al TTIP pero con los países del otro lado del océano Pacífico. Es decir, EEUU está tratando de mejorar los acuerdos de comercio a derecha e izquierda de su país.

En ambos casos las negociaciones se están llevando con gran secretismo, a puerta cerrada y por lo que se ve con representes de grandes empresas involucrados. Esto, per se, ya es algo que personalmente hace que rechace el concepto detrás de este posible acuerdo, aunque no dudo que de él saldrán cosas positivas también.

La idea básica es que se eliminen todas las barreras económicas, legislativas y normativas para el comercio entre EEUU y la UE, lo cual a priori parece una buena cosa. Por ejemplo, en lugar de que tu producto alimentario tenga que pasar controles de seguridad y sanidad aquí y allí, llegará con que los pase aquí. Esto en teoría es bueno, sino fuera por el pequeño detalle de que las normativas y legislaciones difieren tanto, que en la práctica supondrá probablemente una merma en la calidad de esos controles. Más sobre esto en un momento.

Los principales puntos controvertidos de lo poco que se sabe sobre estas negociaciones son:

1.- Menoscabo de la democracia

El hecho de que las negociaciones no sean abiertas a todo el mundo no mola. No mola nada.

En el caso del TPP con las naciones del Pacífico, aún ahora con el acuerdo ya cerrado, no se han liberado los detalles exactos del mismo y muchos se van sabiendo a través de Wikileaks. Y lo que se sabe no transmite precisamente tranquilidad, incluso aunque gente tan chunga como Donald Trump esté totalmente en contra porque, entre sus cosas buenas, obliga a mejorar las condiciones laborales en muchos de esos países.

Es cierto que, tras la presión popular el año pasado, la UE abrió a principios de 2015 un portal específico sobre el TTIP en el que dice que son transparentes al respecto.

Para ello han creado también esta página: http://ec.europa.eu/trade/ttip-texts en la que supuestamente están los documentos que ellos le envían a los americanos para negociar el acuerdo. Éstos se  acompañan de unas "Fact Sheets" en cada uno de los apartados de la negociación donde intentar echar por tierra lo que la gente que está en contra afirma, pero cuyos argumentos son básicamente "Confiad en nosotros, somos gente buena que solo quiere lo mejor para los ciudadanos".

Que queréis que os diga, pero esos documentos de 2 o 3 páginas que adjuntan dudo que puedan ser realmente lo que le envían a los yanquis para negociar. Y el nivel de inglés y la cara de astucia del español que preside las negociaciones tampoco me inspiran la menor confianza. Llamadme quisquilloso.

Además han lanzado un documento titulado "The top 10 myths about TTIP" (lo tienes en español también ahí) que es poco más que un panfleto publicitario donde todo lo pintan de color de rosa, pero que no parece sustentarse más que en buena voluntad.

Es cierto que cuando las negociaciones se cierren todavía las tendrá que aprobar el Congreso de EEUU, y el parlamento Europeo. Y está todavía por ver que lo tengan que aprobar los parlamentos de cada país miembro (no está claro legalmente por lo visto). Pero, para cuando lo tengan que aprobar, básicamente será un "Sí o No". Es decir, el acuerdo estará negociado y cerrado y no habrá forma de variarlo. Solo un "Lo tomas o lo dejas". Eso no parece muy democrático.

En ese punto estoy de acuerdo con los detractores.

2.- Bueno o malo económicamente para Europa

Existen diversos estudios que indican que el trato será bueno económicamente tanto para EEUU como para Europa.

El más importante es el que realizó en 2013 el CEPR (Centre for Economic Policy Research) para la UE, en el que afirmaba que la reducción y eliminación de tarifas arancelarias supondría un aumento de 119 mil millones de euros al año para la UE y de 95 para EEUU. Y que de hecho aumentaría también el comercio en el resto del mundo en 100 mil millones anuales.

Sin embargo un estudio más reciente de la Tuffts University de EEUU llega a conclusiones contrarias y bastante más preocupantes. Dice, por ejemplo, que al cabo de 10 años en realidad se reducirían las exportaciones frente a un escenario sin la TTIP, los salarios de los trabajadores bajarían, se perderían alrededor de 600.000 puestos de trabajo en Europa, se reducirían los ingresos de los Estados y se crearía mayor inestabilidad financiera (por si nos parece poca la actual). De hecho se refiere directamente al estudio anterior, encargado por la UE, y dice que presenta fallos metodológicos, aparte de los posibles intereses espurios existentes.

Así que hay argumentos en un sentido y en el otro. Sin embargo si nos remitimos a otros acuerdos similares, las perspectivas parecen estar más del lado negativo. Por ejemplo el tratado NAFTA (North American Free Trade Agreement) entre EEUU, Canada y México de 1994, prometía también la creación de cientos de miles de puestos de trabajo y acabó costando la pérdida de más de 1 millón de empleos solo en EEUU.

Además ya sabemos que la UE no suele legislar muy a favor de las PYMEs tampoco.

Yo pienso que seguramente aumentará las exportaciones en ambos casos y subirá la economía, pero a costa de acabar con muchas pequeñas empresas y la pérdida de puestos de trabajo.

3.- Seguridad alimentaria y ambiental

En las negociaciones se busca la convergencia regulatoria en estas materias, es decir, que si estás certificado en EEUU lo estés en Europa y viceversa.

El problema es que las normativas son muy diferentes entre ambos bloques, siendo las de EEUU en general (no siempre) mucho menos estrictas que las nuestras.

Por ejemplo, en EEUU la normativa para el uso de pesticidas es muy laxa, así como el uso de cultivos modificados genéticamente, algo que en Europa está muy restringido. También permiten el uso de hormonas del crecimiento en el ganado destinado a consumo humano de carne, cosa que en Europa está prohibido por considerarse cancerígeno.

Desde el punto de vista ambiental en Europa existen las regulaciones REACH para controlar el uso de sustancias potencialmente tóxicas para el medio. Aquí las empresas tienen que demostrar que las sustancias que utilizan en sus procesos industriales son seguras para el ambiente antes de poder emplearlas. En EEUU es justo al contrario: una sustancia se puede utilizar mientras no se demuestre que es nociva, lo cual puede tardar años, cuando el mal ya está hecho.

Como dato interesante sobre esto, en Europa se han prohibido más de 1.200 sustancias en cosméticos,  mientras que en EEUU solo 12. En EEUU no prohíben siquiera el uso de plomo en las barras de labios, algo que es ampliamente reconocido como un producto nocivo para la salud (desde tiempos de los romanos).

Así que, ¿cómo demonios van a encontrar una normativa común? No veo forma de que los productores de EEUU se avengan a lo que se demanda aquí, así que si las normativas van a "converger", lo que ocurrirá casi seguro es que las normativas europeas se tendrán que hacer mucho menos estrictas también, al menos para permitir la venta de los productos americanos aquí. Mala cosa (no por los GMO que estoy convencido de que no son nocivos, sino por todo lo demás).

De hecho existen 170 organizaciones civiles de toda Europa que se han unido en una declaración conjunta llegando a la misma conclusión.

Si leemos el documento de los 10 mitos del TTIP que ha publicado la UE, esto es lo que pone:

TTIP-Seguridad-Alimentaria

El TTIP no obligará a importar, pero no dice nada de que no lo vaya a permitir, así que es casi lo mismo. Básicamente, como en casi todos los casos, se nos pide un acto de fe.

En mi opinión esto será malo para los ciudadanos europeos.

4.- Soberanía nacional, seguridad de los servicios públicos y legislación

Existen otros dos puntos realmente controvertidos en el tratado, que también están presentes en el acuerdo del Pacífico y se han aprobado así.

Uno de éstos se refiere a la regulación de las empresas públicas de manera idéntica a las empresas privadas. Es decir, que las empresas públicas deberían primar los criterios económicos y no los cívicos, de modo que no hagan "competencia desleal" a las empresas privadas.

Europa dice que esto no será así en absoluto y que los gobiernos podrán decidir sobre esto igual que ahora. En el PDF de los mitos:

TTIP-Servicios-Publicos

No sé si fiarme. Por un lado está el hecho de que, por mucho que digan que no, los gobiernos actuales ya están privatizando muchos servicios, total o parcialmente. Y por otro lado el tratado TTP del Pacífico que se acaba de firmar, aparentemente lleva un menoscabo en estos puntos. Así que...

El otro punto se refiere a la capacidad de las empresas de denunciar directamente a los Estados cuando alguna de sus decisiones (¡o Leyes!) suponga pérdidas o una reducción de sus beneficios si cambian las condiciones en las que pueden hacer negocio. Es lo que se conoce como Investor-State Dispute Settlement (ISDS).

Estas disputas se celebrarían en cortes de arbitraje, no en los tribunales. Estos arbitrajes los llevarían a cabo abogados corporativos a priori más susceptibles de fallar a favor de las multinacionales. De hecho los ISDS existen en varios tratados existentes en la actualidad y han llevado a cientos de denuncias por todo el mundo.

El problema de esto es que en ocasiones, ante la amenaza de la denuncia y el correspondiente pago multimillonario, algunos gobiernos probablemente se corten a la hora de legislar para evitarse problemas. Especialmente en países con graves problemas económicos, como Grecia o Portugal, por ejemplo. Esto supondría una influencia excesiva en la soberanía nacional por parte de las multinacionales y por lo tanto socavar (más aún) la democracia.

En mi opinión deberían acotar esto mucho más de lo que -aparentemente- lo están haciendo, y que el arbitraje se haga en alguna corte internacional con representantes gubernamentales de EEUU y EU.

En resumen

Existen todavía muchos otros puntos controvertidos, pero estos 4 me parecen los más importantes y no querría hacer esto todavía mucho más largo.

La TTIP seguramente se va a aprobar. No sabemos si realmente será buena o mala para los ciudadanos, pero existen muchas incógnitas. Probablemente será buena para algunas cosas y mala para otras.

Algo bastante preocupante es el hecho de que las negociaciones no sean totalmente transparentes. Un acuerdo de tamaña importancia debería ser mucho más abierto y accesible a todo el mundo, especialmente a los expertos.

Existen una serie de puntos que son muy problemáticos, los más importantes de los cuales he resaltado en este artículo. Puede que algunos de éstos no lleguen a aprobarse o no afecten de la manera que se espera, pero conviene estar sobre aviso.

La cuestión es que se están tomando decisiones de gran calado para nuestro futuro sobre las que no podemos influir los ciudadanos.

He leído todo lo que he podido sobre el tema, tratando de ver todos los puntos de vista, no solo los alarmistas ni tampoco solo los que pintan un mundo de color de rosa. Con ello he tratado de formarme mi propia opinión, lo cual es bastante complicado dada la desinformación que existe.

En cualquier caso, lo principal de lo que he aprendido lo he querido compartir a través de este texto. Dado que no podemos hacer gran cosa salvo estar informados y protestar, he querido contribuir con mi granito de arena a lo primero.

Si tú también crees que al menos todo esto debería conocerse, comparte este artículo para que al menos le suene el asunto a más gente y pueda formarse su propia opinión en base a lo que he escrito y toda la información relacionada a la que apunto.

Y tú, ¿conocías ya el TTIP? ¿Qué opinas al respecto? Comparte lo que quieras en los comentarios de más abajo...

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