Caprichos de estrella del rock y confianza

José M. Alarcón
José M. Alarcón
Gallego de Vigo, amante de la ciencia, la tecnología, la sociología, la música y la lectura. Ingeniero industrial y empresario. Fundador de Krasis, especialistas en e-learning. Autor de varios libros y cientos de artículos.
Caprichos de estrella del rock y confianza

Todos hemos oído alguna vez alguna historia acerca de los caprichos infantiles de las grandes estrellas del rock. Por ejemplo, Iggy Pop una vez llegó a pedir 7 enanos en su camerino, vestidos como en la película de Disney, para atenderlo, o Mötley Crüe que solicitaron una ametralladora ligera y una boa de 12 metros.

En los años 80 el famoso grupo musical Van Halen decidió aprovechar esta idiosincrasia del mundo del espectáculo para conseguir algo importante a su favor: más seguridad en el montaje de los escenarios.

Cuando el grupo firmaba para un concierto, dentro del contrato se especificaba -enterrada entre muchas otras cláusulas- la condición de que en su camerino siempre debería haber un bol lleno de M&M’s, pero deberían haber retirado todos los de color marrón. Así que nada de M&Ms marrones para los chicos de Eddie Van Halen.

Aquí puedes leer un contrato real del grupo. Busca la cláusula de los M&Ms: ¡está ahí! 😃

¿Qué tienen que ver los M&Ms marrones con la seguridad?

Van Halen era una banda espectacular para la época, y su escenario era grande y muy complejo. Mientras que el material necesario para la mayoría de los grupos de aquellos años ocupaba un camión o a lo sumo dos, el de Van Halen venía en cuatro. El correcto montaje de todo no era ya solamente una cuestión de ser capaces de ofrecer un buen espectáculo: cualquier error se convertía en un peligro de seguridad para los músicos. Sepultando la cláusula de los M&Ms marrones entre las detalladas instrucciones que proporcionaba el contrato, podían saber fácilmente si la empresa promotora era cuidadosa o no. Sólo con entrar en el camerino y echar un vistazo al bol de los M&Ms comprobaban fácilmente si podría haber algún problema con el montaje.

Los M&Ms marrones se habían convertido en su señal de alarma. Se trataba de un indicador de que los promotores no eran cuidadosos con los detalles y de que no se habían seguido con precisión las instrucciones. Era algo parecido, aunque conceptualmente muy distinto, a los canarios que usaban en las minas para detectar a tiempo fugas de gases tóxicos.

¿Cuál es tu indicador de alarma?

Esta curiosa historia refleja muy bien la necesidad de definir indicadores y mecanismos de alerta para cualquier actividad en la que nos estemos jugando algo importante, sea en la vida o en el trabajo.

Un truco de este estilo es especialmente brillante porque nos informa del comportamiento de los demás, pero sin revelar de manera clara qué criterios estamos usando para obtener la información que nos interesa. Así que es difícil que se intente engañar a sistema, algo que sí pasa cuando los indicadores son conocidos de antemano y fáciles de medir por ambas partes.

La próxima vez que tu jefe o un cliente te exija algo aparentemente absurdo, acuérdate de los M&Ms marrones de Van Halen. Puede que realmente sea solo una estupidez, o puede que sea un indicador de algo más importante.

P.D.: En este vídeo puedes ver al propio David Lee Roth explicando lo de los M&Ms, muchos años más tarde.

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