Bilingües digitales

José M. Alarcón
José M. Alarcón
Gallego de Vigo, amante de la ciencia, la tecnología, la sociología, la música y la lectura. Ingeniero industrial y empresario. Fundador de Krasis, especialistas en e-learning. Autor de varios libros y cientos de artículos.
Imagen ornamental por Jelleke Vanooteghem (@ilumire) en Unsplash, CC0

El término "Nativos digitales" lo acuñó el divulgador de la educación Mark Prensky en su ensayo de 2001 titulado Digital Natives, Digital Immigrants", que lo convirtió en alguien célebre.

Se denominan así aquellas personas nacidas a partir de la proliferación de la tecnología digital y especialmente Internet, es decir, a partir de los primeros años '90 o más tarde. De manera complementaria se definen pues los "inmigrantes digitales", que son los que nacieron con anterioridad y por lo tanto han adoptado el uso de la tecnología siendo ya adultos (si es que lo han hecho, sino serían "extranjeros digitales").

La importancia de esta división estriba en el grado de interiorización de la tecnología que hace cada grupo, el cual influye en gran medida en la forma de actuar en la vida y el trabajo, e incluso en el lenguaje y los conceptos que utilizan.

En la historia moderna todas las generaciones presentan diferencias evidentes frente a sus predecesoras en la forma de ver la vida y de actuar en la sociedad. Si cualquiera de nosotros nos comparamos con nuestros padres es obvio que los valores y la forma de pensar son muy distintos. Pero ahora, debido al uso masivo de las tecnologías de la comunicación, las diferencias entre generaciones se han acusado. Si tienes hijos de cierta edad o compañeros de trabajo muy jóvenes seguramente ya sabes de qué estoy hablando.

La velocidad con la que cambia la tecnología (y los usos sociales derivados de ella) hacen que los inmigrantes tecnológicos no puedan seguir el ritmo, y las diferencias se acrecientan. Ambos grupos hablan en un lenguaje diferente y manejan muchos conceptos distintos. Además, está demostrado que el uso intensivo de Internet, los medios de comunicación inmediatos y todo tipo de "muletas" digitales en forma de gadgets y programas, cambia en cierta medida la forma en la que está interconectado el cerebro, por lo que no se trata solamente de meras costumbres o concepciones sociales, sino literalmente una forma diferente de pensar.

Esta brecha tecnológica trae muchos problemas: provoca que los profesores no puedan educar adecuadamente a sus alumnos pues no comprenden el mundo "real" en el que se mueven (esta es la tesis principal de Prensky), los responsables en las empresas chocan de frente con las formas de actuar de los empleados más jóvenes, en casa los conflictos intergeneracionales son más acusados…

La imagen muestra a unos alumnos haciendo un examen. Uno de ellos copia y lo reprende el profesor. El alumno replica que sólo estaba usando la inteligencia colectiva de sus compañeros

Cerrando la brecha digital

Lo cierto es que entre estos dos extremos de los que siempre se habla (blanco y negro), existe toda una gama de grises y diversos grados de inclusión digital.

Por ejemplo, dentro del grupo demográfico considerado como "nativos digitales" hay muchas personas que voluntariamente (¿ni-nis?) o por sus circunstancias sociales no se han introducido lo suficiente en el mundo tecnológico y no se han visto influidos de la manera descrita antes.

Del mismo modo existen personas (entre las que me gusta incluirme) que, aunque han nacido mucho antes de este punto de inflexión tecnológico, en realidad han participado en la creación de toda esa tecnología y la han usado de manera tan intensa como un nativo digital, obteniendo efectos muy similares. Se trata de gente muy relacionada con la tecnología o bien "early adopters" con una avidez tecnológica muy grande y miles de horas de comportamiento digital. Los reconocerás porque, a pesar de pasar mucho de los 30 o incluso haber entrado en los 40, actúan en muchos sentidos como un nativo digital, su cerebro está conectado de manera muy similar y manejan conceptos muy parecidos a éstos. Dado que proceden del mundo anterior pero se han sumergido con fruición en el nuevo, manejan perfectamente los conceptos y usos de ambos. Se podrían considerar "bilingües digitales".

No se trata simplemente de haber adoptado la tecnología. Se trata de comprenderla de verdad, interiorizarla, haberse potenciado enormemente como persona y profesional a través de su uso… Esto no es tan frecuente como cabría pensar, lo que hace muy interesantes a estos perfiles.

Muchas empresas (¡o colegios!) no se han dado cuenta de que necesitan este tipo de perfil, pero pueden ser clave en muchas organizaciones. Los bilingües digitales actúan de lubricante entre los nativos y los inmigrantes, reduciendo las fricciones entre ambos mundos. Poseen una visión, conocimiento y comprensión del mundo más completo que cualquiera de los otros grupos. Así que pueden actuar de "traductores" entre los dos mundos y comprender mejor que los propios nativos las implicaciones de la tecnología y el mejor uso que se puede hacer de ella.

Por eso, quiero reivindicar desde aquí el papel de este perfil poco común. Si realmente te ves reflejado en él y te consideras un verdadero bilingüe digital, es algo que deberías hacer valer en tu carrera profesional. A medida que los más jóvenes se incorporen al mercado laboral, estos bilingües serán cada vez más importantes y demandados. No hay que perderlo de vista y sobre todo hay que divulgarlo para que muchos empiecen a verlo.

Fotografía original del niño con el tablet de Merryn Tan.

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