¿Y si todo lo que haces llevara tu nombre grabado?

José M. Alarcón
José M. Alarcón
Gallego de Vigo, amante de la ciencia, la tecnología, la sociología, la música y la lectura. Ingeniero industrial y empresario. Fundador de Krasis, especialistas en e-learning. Autor de varios libros y cientos de artículos.
¿Y si todo lo que haces llevara tu nombre grabado?

Ayer sábado pasé un día estupendo en compañía de unos amigos en la casa familiar de uno de ellos, ubicada en el centro de Galicia, en Silleda. Se trata de un lugar muy agradable, rodeado de un entorno con grandes posibilidades para el turismo (bosques, cataratas, pazos, monasterios, rutas de senderismo...). Si no has visitado la zona te lo recomiendo.

Los padres de mi amigo regentan una pequeña producción de quesos artesanales. La fábrica está a pocos metros de la casa familiar. La primera vez que nos llevó allí nos regaló con una improvisada visita guiada por todo el proceso de producción del queso: desde que entra la leche hasta que salen los quesos en sus bonitas cajas hacia las tiendas de delicatesen que los venden, pasando por los procesos de pasteurización, fermentación, coagulación, corte, prensado... Es algo muy interesante y con una componente artesanal alta por tratarse de una fábrica tan pequeña. Nunca volveré a ver una loncha de queso del mismo modo 😉

Ayer, al terminar la entretenida velada, todos nos llevamos unos cuantos quesos para consumir y regalar. Me sorprendió mucho un detalle que no había observado hasta ayer. Mira la foto con atención y a ver si tú también te das cuenta de a qué me refiero:

QuesoVeloso

Efectivamente: en las etiquetas de los quesos no sólo aparecía la marca, sino que además el padre de mi amigo se responsabilizaba de la fabricación del producto: "Fabricado por Germán García Veloso - Riobó - Silleda". Con orgullo.

Esto me dio bastante que pensar... ¿Te imaginas cómo serían las empresas si todo lo que hacemos llevara nuestro nombre completo grabado?. Creo que el comportamiento de muchos cambiaría bastante.

Cuando tu nombre y apellidos aparecen grabados en todo lo que haces la responsabilidad e implicación no pueden ser mayores. Todo el mundo te juzgará por lo que has hecho, así que la perspectiva de tu trabajo cambiaría por completo. Ya no estaríamos escudados detrás de una marca anónima, sino que seríamos nosotros los que daríamos la cara por todas y cada una de las cosas que hacemos.

Por supuesto los autónomos, los artistas, los bufetes de abogados y, en general, todos aquellos que viven de prestar servicios de manera personal tienen muy presente esta idea todo el tiempo. O deberían tenerla.

Existen multitud de grandes marcas que nacieron como empresas familiares y llevan en su denominación el nombre o los apellidos de alguien: Ford, Disney, Toyota, Dell... En España tenemos a Fontaneda, Knörr, Garrigues, Revilla, Calvo... Estoy completamente seguro de que antes de ser tan conocidas, el mero hecho de que el nombre de sus fundadores apareciera en cada envase, en cada caja, en cada galleta, hacía que la implicación fuera máxima y los productos mejores.

Hace unos años buscábamos el leitmotiv interno de mi empresa; algo para tratar de tener presente en todo lo que hacíamos. Al final tras descartar muchas ideas demasiado "trilladas" la que prevaleció fue una frase muy sencilla en apariencia: "sentirnos orgullosos de lo que hacemos". Ni más ni menos. Algo tan sencillo de decir no es tan fácil de llevar a cabo. En la unidad de negocio de formación de mi empresa, campusMVP, nuestros cursos propios son de autor y cada uno de ellos está creado y tutelado por un profesional reconocido al que se le da visibilidad. Esto es también una señal de cuánto nos preocupa el resultado de lo que hacemos, ya que asociamos la reputación personal de cada uno de nosotros a ello.

Y aunque no llegues a esos extremos (o no puedas hacerlo), imaginar que todo lo que haces lleva tu nombre grabado para que todo el mundo lo vea puede ser de gran ayuda, ya que no querrás dar por bueno nada de lo que no te sientas orgulloso o que no tenga unos mínimos de calidad bastante altos.

Así que procuremos quedarnos con esa idea y que ésta nos espolee con el objetivo de que, llegado el caso, todo lo que hagamos no tuviésemos inconveniente en firmarlo. Como el padre de mi amigo...

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